¡Gracias Francisco!
Dios nuestro, pastor y guía de todos los fieles,
mira con bondad a tu hijo Francisco,
a quien constituiste pastor de tu Iglesia,
y sostenlo con tu amor,
para que con su palabra y su ejemplo
conduzca al pueblo que le has confiado
y llegue, juntamente con él, a la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.