Confirmación
La vida cristiana pide a la vez dinamismo y fidelidad.
Para eso, necesitamos ser bautizados en el Espíritu que el Señor Jesús envía a quienes van detrás de él.
En el Santuario, quienes desean prepararse para recibir el Sacramento de la Confirmación pueden hacerlo en cualquier momento del año.
Un hermano o una hermana catequista será quien acompañe el proceso de fe de quien busca la bendición y la fortaleza que viene del Espíritu Santo.
Acercate. El Señor te espera.
Preguntas Frecuentes
1- ¿A qué edad comienza la catequesis de confirmación?
Los sacramentos son experiencias del amor de Jesús.
Eso sucede a cualquier edad y en cualquier momento.
Sin embargo, es necesario que quien desee recibir el sacramento pueda iniciar seriamente un camino en ese amor que transforma nuestras vidas.
2- ¿Cuánto tiempo dura la catequesis de confirmación?
El tiempo depende de la madurez de cada uno y de la experiencia en la fe que se va haciendo.
De nada serviría “tener conocimientos” si no pueden llevarse a la práctica.
Lo importante es abrir el corazón a lo que Dios propone.
A veces, para que esa apertura interior se realice necesitamos suficiente tiempo.
3- Me voy a casar en breve, ¿me tengo que confirmar?
No.
Los sacramentos no son mandamientos ni condiciones para los trámites de la Iglesia.
Los sacramentos son bendiciones del amor de Jesús a las que respondemos libremente para conocer y amar más al Señor.
4- ¿Hasta qué edad es posible la confirmación?
No hay límite de edad ni de estudios.
El único requisito es la fe en el Señor Jesús y haber recibido el bautismo.
5- Me quiero confirmar rápido por falta de tiempo, ¿cómo podemos solucionar este tema?
A veces caemos en la trampa de querer hacer todo en poco tiempo y apurados, sin vivir cada instante.
Si este no es el momento para tu confirmación, es mejor esperar un poco.
Dios siempre nos reserva una instancia de renovación.
No pierdas las oportunidades que él te ofrece.
6- Ya hice la primera comunión y quiero confirmarme, ¿tengo que seguir estudiando?
El sacramento de la confirmación es el Espíritu de Dios que viene a sus hijos, con el deseo de que ellos, transformando sus propias vidas, hagan de este mundo un mundo mejor.
No es cuestión de estudios.
Se trata de aceptar un envío misionero que no sólo renueva nuestras vidas (como algo meramente individual) sino los lugares y las situaciones que nos toca transitar.
Este mundo lo transforman los que aman mucho.